1. Sos responsable de vos mism@: Muchos de nosotros responsabilizamos a los demás de nuestros problemas:«Si yo padezco estrés es porque mi jefe no tiene piedad».¿Somos quizá marionetas con hilos que guían los demás? En absoluto. Para el budismo, el acto de liberación depende de uno mismo. En esta corriente no hay un «salvador» que venga a ayudarnos, sino que somos nosotros quienes, con nuestra fuerza interior, nuestra decisión y motivación, hemos de ser capaces de hacer frente a los problemas diarios. Plantarnos ante nuestras propias limitaciones.Hacé frente a tus problemas, sabiendo siempre que la persona más importante en tu vida sos vos.
2. La importancia del «aquí y ahora»: Vivimos nuestros días recordando el ayer. Evocando lo que sucedió en el pasado. Esos recuerdos se centran generalmente en errores cometidos, en lo que hemos perdido, en las personas que nos hicieron daño o incluso tendemos a focalizar nuestra atención en todos esos elementos estresantes, que nos generan aún más ansiedad. Este tipo de pensamientos generan un malestar constante en el que nos hallamos anclados, casi arrastrados en una marea de sufrimiento interminable.
¿De qué te sirve centrarte en el pasado, en lo que ya no está? Tu oportunidad está en el presente, en el «aquí y ahora». En este mismo instante tenés la oportunidad de cambiar cosas para ser feliz.
3. La importancia del no-apego: No llenes tu vida de apegos obsesivos. No concentres tus objetivos en conseguir cosas, en tener una casa más grande, en tener un móvil de última generación. Tampoco centres tu felicidad en lo que los demás hagan o dejen de hacer. Desde el momento en que fijas tu existencia a cosas o personas, sos menos libre y estarás casi condenado al sufrimiento. Lo ideal es establecer un apego saludable. Amá a tu pareja, pero fomenta tu libertad, tu autoestima, tu crecimiento personal. No permitas que un apego excesivo vulnere tu autoestima.
El miedo a defraudar a los demás, de no llegar a las expectativas de lo que espera tu familia, tu pareja, o tus amistades… Son ideas que vetan nuestras libertades y nos ponen cadenas.
4. Caerás en los mismos errores hasta que logres aprender de ellos: Esta es una interesante idea del budismo que define lo que es el karma. Esta palabra tiene su origen en el sánscrito y significa «acción, hacer o causa». ¿Qué nos enseña esta idea? Que nosotros mismos, con nuestras acciones, pensamientos y palabras vamos creando nuestra existencia, nuestra verdadera esencia.
Si nuestras acciones no son las correctas estaremos creando un «karma» negativo. Para el budismo, toda persona tiene la oportunidad de enmendar esos errores en nuevas vidas, hasta que enfoque adecuadamente ese problema, aplicando una acción adecuada, es decir, generando un buen karma.
Así debemos tener en cuenta que el principal error que cometemos las personas es no ver precisamente que estamos haciendo algo mal. Si no lo vemos, si no le damos importancia, tropezaremos una y otra vez con la misma piedra.
Para ello, te tenés que detener a analizar tu «aquí y ahora». Toma aire y detenete un instante. ¿Qué cambios podrías hacer para encontrarte mejor? ¿Y si a partir de ahora enfocamos las cosas de otra manera? ¿Qué te parece si nos priorizamos más a nosotr@s mism@s y generamos «karma» positivo? No lo dudes, vos sos el motor de tu vida y el artífice de tu propio bienestar.
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